miércoles, 6 de julio de 2011

Decálogo (2)

- Lo que dice Borges sobre los sinónimos es verdad: no existen. "Can" no es lo mismo que "perro" ni la palabra "ramera" tiene la misma dignidad que "puta". Pero yo te recomiendo un buen diccionario de sinónimos. Uno quiere escribir: "habló en voz baja". Como eso no le gusta lo reemplaza por "voz queda", que es espantoso. Hojea el diccionario de sinónimos al azar y en cualquier parte encuentra la palabra "pálida". Entonces escribe: "habló con voz pálida", lo que está muy bien.
- Nunca adjetives en orden decreciente, nunca digas: "Era una montaña titánica, enorme, alta." Si no te das cuenta por qué, nadie puede ayudarte. Si adjetivaste en la dirección correcta tampoco te creas un gran estilista. Tal vez buscabas el último adjetivo y te olvidaste de borrar los otros dos.

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